El agua destilada es un tipo de agua tratada que se obtiene mediante el proceso de destilación, que separa los componentes basándose en sus diferentes puntos de ebullición. Este proceso comienza con la ebullición del agua, donde el vapor generado se separa de los sólidos y minerales disueltos, y luego se condensa de vuelta a un estado líquido. El resultado es un agua excepcionalmente pura, libre de impurezas, minerales, y contaminantes.

Esta pureza hace que el agua destilada sea extremadamente útil en entornos donde los contaminantes del agua pueden interferir con los procesos o resultados, como en laboratorios, en la fabricación de productos farmacéuticos y cosméticos, y en aplicaciones industriales. En la investigación científica, asegura que no haya variables inesperadas en los experimentos. En la medicina, es crucial para la preparación de soluciones y en la limpieza de equipos médicos. Además, se utiliza en el cuidado personal, como en la elaboración de productos de belleza y salud, donde la pureza del agua es esencial para mantener la integridad de los ingredientes.

El agua destilada también tiene aplicaciones domésticas, como en el llenado de planchas de vapor y humidificadores, donde el uso de agua sin minerales reduce la acumulación de sarro y prolonga la vida útil de los aparatos. En la jardinería, es beneficiosa para plantas sensibles a los minerales del agua del grifo. Aunque su uso para beber es seguro, su falta de minerales puede hacerla insípida para algunos, y no aporta los minerales que normalmente se encuentran en el agua potable.